Las Hurdes, donde la naturaleza brota en todo su esplendor

Las Hurdes es la segunda comarca que difundimos tras Sierra de Gata, primera parada, en el presente especial sobre nuestro entorno. Esta comarca del Norte de Extremadura que, pese a los incendios sufridos durante este mes de julio, aún alberga innumerables alternativas de ocio saludable para la mente, el alma y el corazón. No solo gracias al agua de sus ríos que forman cascadas, meandros y piscinas naturales, sino también a sus mágicos caminos en los que sentir la paz más plena, miradores que te hipnotizarán hasta que el tiempo se detenga, pueblos y sus gentes que jamás olvidarás y sabores que servirán de guinda para acabar de cautivar a tus sentidos definitivamente. Y, en consecuencia de todo lo anterior, este entorno único es una inmensa fuente de vida. Sin más preámbulos, aquí presentamos tan solo algunos de los infinitos privilegios de Las Hurdes, una comarca que llama al turismo para seguir siendo el lugar realmente especial que es, tal y como es conocido por quien lo visita.

La localidad de referencia en lo que a servicios se refiere es Caminomorisco, donde se sitúa la Oficina de Turismo, si bien vamos a intentar hacer el mejor resumen posible de los encantos naturales, patrimoniales y gastronómicos. Esta comarca cuenta con hasta 100 ‘puntos selfie’, por lo que es imposible no dejarse alguno en nuestra selección. Para empezar, hay que destacar que el Meandro del Melero (justo en la frontera, ubicado en Salamanca pero visto desde Extremadura) es una de las bellezas naturales más espectaculares de España y por tanto emblema hurdano que se encuentra alrededor del municipio de Riomalo de Abajo, y junto al pueblo tan característico de la comarca como es La Fragosa, se encuentra el Meandro que lleva su nombre, cuya vista se disfruta al máximo desde el Cottolengo.

Imagen de archivo

El agua es una necesidad básica, pero también un placer para disfrutar vislumbrando los caminos esgrimidos por la naturaleza o bien interactuando de una manera más directa. Por tanto, uno de esos rincones en los que la naturaleza hurdana fluye especialmente es el Chorrituelo de Ovejuela, que desemboca en una agradable Piscina Natural, aunque también recomendamos las siguientes:

  • Pinofranqueado. Espaciosa zona de baño que dispone de Chiringuito y amplio parking.
  • La Huetre. Apacible rincón que dispone de chiringuito y césped con sombra, además de chorros relajantes.
  • Sauceda. Magnífica piscina enclavada entre pinares y el rio Los Ángeles
  • Riomalo de Abajo. Bien ubicada gracias a los alojamientos y restaurantes que la rodean.
  • Las Mestas. Pese hay que descender escaleras, la recompensa merece la pena, ya que se trata de una piscina muy adaptada, con buen restaurante y profundidad para quien le guste sumergirse o tirarse desde lo alto.
  • Charco de la Olla, en Ladrillar. Dispone de chiringuito y zona adaptada para el aparcamiento.
  • Piscina Natural El Castaño de Casar de Palomero. Este espacio de baño ubicado baj el puente también cuenta con chiringuito y parking.
  • Arrolobos. Junto a un albergue turístico, por lo que es ideal para alojarse en un clima refrescante y de calma.
  • Piscina Natural de Alavea en Caminomorisco. Perfecta para toda la familia debido a que está acondicionada y ofrece tanto amplio espacio de sombra con árboles como todos los niveles de profundidad.
  • Otras opciones son las piscinas de Las Erías, que forma parte del río Esperabán, La Fragosa, Nuñomoral, Ovejuela, situada en las cercanías al cementerio, Azabal o la de Vegas de Coria, del rio Hurdano.

Continuando con las cascadas, en las afueras de Caminomorisco se encuentra el Chorreón del Tajo, junto al pueblo de El Gasco, observamos el Chorro de la Meancera, y en cuarto lugar el Chorro de Los Ángeles, que cuenta con una vertiginosa altura de 200 metros y está próximo al observatorio de aves y dos elementos patrimoniales: ruinas del Convento de los Ángeles y Puente de los Machos, que data del siglo XIII y aún mantiene la arquitectura típica hurdana.

Aunque para quedarte contemplando la belleza de esta comarca, también dispones de miradores en los que no pasa el tiempo:

  • Mirador de las Carrascas, entre Casares de Las Hurdes y Riomalo de Arriba.
  • Mirador de Haycepo en Caminomorisco.
  • La Bolla.
  • Mirador de El Lombo de Las Viñas.
  • Mirador Puerto del Esperabán, en Aldehuela.
  • Mirador Pico de La Hoya.
  • Miradores de las estrellas y La Pregonera o del Ceño, ambos en Casares de Las Hurdes.
  • Mirador de El Castillo.
  • Mirador de El Gasco, desde donde se puede observar un terreno montañoso que ofrece la singularidad de una serie de pequeños meandros consecutivos.

Allí mismo, en El Gasco se encuentra el Centro de Interpretación de la Casa Hurdana y además de disfrutar de los típicos chozos de Las Hurdes, también es ideal para degustar la gastronomía hurdana:

  • Caldereta de cabrito.
  • Moje de peces pescados en los propios ríos hurdanos.
  • Socochones (castañas cocidas y servidas con leche).
  • Un tipo de buñuelo conocido como ‘matajambre’.
  • Cocido llamado rebujones.
  • La denominada ensalada de limón, que se compone por cítricos, huevo frito y chorizo.
  • No obstante, no olvidemos que los tesoros más reconocidos a nivel nacional o incluso internacional, son productos de materia prima, como el Aceite de Oliva Virgen Extra de variedad autóctona y la miel.

En cuanto a otros rincones cautivadores, no podemos dejar de visitar el pueblo de Sauceda, posiblemente el mejor lugar para introducirse en la arquitectura hurdana caracterizada por los tradicionales chozos de pizarra y con ventanas llamativamente pequeñas. En segunda instancia, un pueblo mágico para reencontrarse consigo mismo o incluso imaginar cómo sería ahí la vida en el pasado es El Moral, ya que está despoblado, pero aún puedes sentir su esencia gracias a la arquitectura que permanece y el encantador entorno, realizando desde Horcajo la ruta de El Lombo de las Viñas.

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Otra ruta muy recomendable es la del Valle de los Tejos, árboles singulares cuya especie se encuentra en peligro de extinción, pero que aún conforman uno de los entramados naturales más encantadores de la comarca. Caminando por Las Hurdes también podrás encontrar grabados rupestres, como los de Sauceda, Azabal o del Riscal, sin olvidar las particularidades de la población de Erías, ofreciendo una estampa que bien podría denominarse como meandro, ya que el Rio Esperabán rodea al municipio, y el patrimonio del Arco de Erías.

Por último, tanto en el Centro de Interpretación del Aceite de Casar de Palomero como en El Lagar de Erías, se refleja la marcada olivicultura en la zona, ya que es posible conocer cómo se hacía el aceite en Las Hurdes en tiempos pasados. Sin embargo, ni mucho menos se ha perdido esa tradición tan propia, primaria y fructífera, sino que continúa perfeccionándose día a día. Y es que, gracias a nuestros proveedores de las Cooperativas de La Huetre y San Francisco, así como agricultores de toda la comarca, disponemos del privilegio de elaborar, envasar y distribuir excelentes AOVES cuya calidad, impulsada especialmente por las magníficas propiedades de la variedad autóctona Manzanilla Cacereña, alcanza espectaculares resultados a nivel regional, nacional e internacional.

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Escoge aquí tu AOVE preferido, directo a tu mesa desde los olivares del Norte de Extremadura.

Escrito por Javier Muñoz