Judería de Hervás, Otoño Mágico y mucho más en el Valle del Ambroz

El Valle del Ambroz es otra de las comarcas integradas en nuestro especial de publicaciones Riqueza natural, cultural y gastronómica del Norte de Extremadura. Es digna para disfrutar a lo largo del año, ya que en cada periodo se muestra como un paraíso diferente. Si bien recientemente finalizado el verano, una estación en la que acude una multitud de personas a recorrer sus rutas en torno a la vía verde y a sumergirse en sus piscinas naturales, cada mes de noviembre comienza el espectáculo del Otoño Mágico del Ambroz, diferentes secuencias de colores que no solo entran por los ojos, sino también por el alma. Un entorno ideal para sumergirse en sus zonas montañosas mediante las rutas que ofrece.

Se encuentra al este de la A-66, autovía que conecta Plasencia con Salamanca, por lo que esta comarca es limítrofe con dicha provincia. Se conforma por los pueblos:

  • Abadía. Cuenta con monumentos como el puente medieval, el Convento de la Bien Parada o el Palacio de los Duques de Alba. Su piscina natural es la más grande de la comarca.
  • Aldeanueva del Camino. Aquí destacan la bien conservada calzada y el puente romano.
  • Gargantilla. Rodeada de castaños y abedules, bajo la denominación de Árboles Singulares, en la garganta de la Buitrera está su piscina natural. Aquí nace el camino de los carboneros, que sube hasta el famoso puerto de honduras, que a su vez comunica con el Valle del Jerte.
  • La Garganta. Rodeado por gargantas, charcos y numerosas clases de árboles como robledales o castañares, y muy próximo a la estación de esquí de La Covatilla, este municipio a más 1000 metros de altura presume de estupendas vistas paisajísticas.
  • Segura de Toro.  En cuanto a monumentos, en este municipio resaltamos la torre que fue torreón de un castillo templario y se encuentra anexa a la iglesia renacentista de llamativo campanario, así como los vestigios romanos y el toro celta de piedra, que está en la propia plaza del pueblo. Respecto a la naturaleza, sobresalen son sus dos piscinas naturales y, aunque no son los únicos, los castaños temblares, que se trata de un conjunto de árboles singulares de gran belleza y antigüedad protegidos por la Junta de Extremadura.
  • Casas del Monte. Lo más destacable es su piscina natural, ya que aparte de su enclave en la garganta Ancha, dispone de dos restaurantes y de una óptima adaptación, tanto por su cuidado y mantenimiento como por su zona de juegos o capacidad de practicar deportes, entre los que se encuentra el senderismo.
  • Hervás. Con la mayor población de la comarca (4.100 habitantes) y declarado en 2013 como ‘Mejor Rincón de España’ por la Guía Repsol, es la localidad de referencia, también en el sector servicios. Su atractivo es el casco histórico judío que se puede disfrutar entre sus calles en las que habitó una comunidad sefardí en los siglos XIII y XIV, ya que este municipio es uno de los miembros fundadores de la Red de Juderías de España, de la que sigue formando parte. Gracias a ello, es Patrimonio Histórico-Artístico desde 1969. Por otra parte, la Casa de los Dávila, edificada en el Siglo XVIII, alberga el Museo del escritor Pérez Comendador-Leroux.
    Arquitectónicamente, en Hervás destacan el Puente de la Fuente Chiquita, la Iglesia de Santa María cuya muralla adherida se convierte en un espectacular mirador y los diferentes arcos y soportales que nos encontramos en la Plaza Mayor, rodeada por estrechas calles y encantadores rincones. También presume de un gran patrimonio natural: el monte Castañar Gallego, que es uno de los montes de castaño más importantes de Europa, con el reconocimiento medioambiental como Paisaje Protegido.
  • Baños Montemayor. Es el municipio con el que termina la región extremeña de camino a Salamanca. Es conocido por su balneario que consta de termas romanas y un museo en el que se explica la influencia del Imperio Romano en Hispania y especialmente toda la zona en la que se enclava Baños de Montemayor.

Gastronómicamente, la mancomunidad propone sencillos productos típicos. Pero no por eso dejan de ser auténticos manjares: cabrito, cordero, castañas (especialmente, guisadas o asadas), setas para aportar sabor a diversos platos, pimientos (en muchas ocasiones, elaborados en ensalada de zorongollo) o dulces de origen sefardí como la tarta de muérdago, pasan de generación en generación desde hace incluso siglos para seguir cautivando los paladares de nuestros tiempos.

Además, en esta comarca tienes a tu alcance nuestros AOVEs de la variedad autóctona Manzanilla Cacereña (y otros productos típicos), extraídos en frío con baja acidez, en tiendas especializadas como las que podrás encontrar en Hervás, Baños de Montemayor o Aldeanueva del Camino. Sin embargo, no olvides que también puedes adquirir aquí tu AOVE favorito.

Escrito por Javier Muñoz