El Valle del Jerte, donde la vida fluye junto al agua
El Valle del Jerte es una de las comarcas extremeñas más reconocidas internacionalmente, gracias a sus cerezas y sus bellos paisajes. Como no podía ser de otra manera, la inclusión de este artículo es obligada entre la serie Riqueza cultural, natural y gastronómica del Norte de Extremadura, con la que tratamos de abarcar nuestro entorno declarado Red Natura 2000 para darle la difusión que merece. Si el agua es vida, Extremadura también lo es, ya que se sitúa como la región con más agua dulce de toda Europa. En el Valle del Jerte en especial abunda este tesoro, donde conforma parajes mágicos no solo para la vista o refrescantes baños, sino para el sentir de la calma e incluso el ocio.
La comarca jerteña se conforma por 11 pueblos que por lo general mantienen dos patrones: viviendas de piedra que acogen adobes y balcones, portales, puertas y ventanas de madera, enclavados en un entorno paisajístico, entre los cuales observamos a Piornal, el más alto de toda Extremadura, y el de referencia es Cabezuela del Valle, declarado Conjunto Histórico. Allí mismo, se encuentra la Oficina de Turismo del Valle del Jerte y a unos metros el Centro de Interpretación del Agua. Junto al municipio de Valdastillas, existe un lugar donde también perder los sentidos: el Balneario Valle del Jerte.
No obstante, el Valle del Jerte es internacionalmente conocido por tres motivos: el Cerezo en Flor, en el que millones de cerezos forman un mágico manto blanco que en torno al mes de abril cubre sus montañas; los frutos que dan esos árboles, que son valoradas como las mejores del mundo; y, por último, como decíamos, el agua que fluye para dar vida a todo el entorno conformando impresionantes cascadas o una de las mejores piscinas naturales de España, como es la de Los Pilones, cuyas piedras deslizantes y marmitas de gigante forman toboganes improvisados por la naturaleza y espacios dignos de termas. Todo ello, enclavado en la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, que además ofrece Centro de Interpretación de la Naturaleza.
Entre las cascadas, destacan la del Caozo, que entre Valdastillas y Jerte refleja toda la fuerza de la naturaleza; la Cascada Marta, que se sitúa entre los municipios de Valdastillas y el Cabrero y al igual que la primera también cuenta con pasarela para sentir de cerca y desde gran altura la vida que transmiten las aguas del Jerte; la Cascada del Manto de la Virgen junto a Cabezuela, cuyo nombre indica que se desliza por graníticas rocas conformando una curiosa imagen de manto, y su espectáculo puede apreciarse desde el mirador situado de camino al puente de Los Pilones de la Reserva Natural; Cascada de las Nogaledas, la cual probablemente se muestre en Navaconcejo como la más diferencial, debido a que no es una cascada, sino una tras otra hasta superar el kilómetro de un recorrido que se postula como ‘las Cataratas del Iguazú’ extremeño. Las cascadas del Calderón y la Desesperá, tal y como indicamos en el anterior artículo sobre La Vera, se ubican entre ambas comarcas.
Además de disfrutarlo de manera individual, también se puede contemplar en conjunto desde la más de una quincena de miradores en los que se puede detener el tiempo. El más conocido es el Mirador de la Memoria, en El Torno, si bien también existen las opciones como el Mirador del Balcón del Valle, Vértice Geodésico El Espolón y Mirador de Peñanegra, en Piornal, Puerto de Honduras y el Mirador sobre el Rio Jerte, en Cabezuela del Valle o el Puerto de Tornavacas.
Sin embargo, no solo ofrece calma y tranquilidad el Valle del Jerte, sino también acción y adrenalina, mediante el Valle del Jerte Parque Aventura, que se sitúa junto a la localidad de El Torno y cuenta con diferentes actividades como paintball, circuitos multiaventura para todos los públicos, agroturismo, rutas guiadas o senderismo.
Respecto a las zonas de baño, además de la mencionada anteriormente de Los Pilones, entre la numerosa lista de posibilidades destacamos las siguientes:
Piscina Natural El Nogalón. Junto al pueblo de Jerte, que pone nombre al valle, se encuentra esta idílica piscina, pues desde ahí se aprecia a la perfección las montañas en las que se divide el mismo.
Charco El Paraíso, de la Garganta de las Nogaledas, donde desemboca una de sus cascadas.
Piscina Natural El Vao, en Cabezuela del Valle. Pasando el Puente Romano, nos encontramos con esta piscina que dispone de aparcamientos y amplia zona de césped con sombra.
Piscina Natural La Pesquerona. Siendo una de las que a más altura se ubica, esta gran piscina natural se ubica junto a la Oficina de Turismo que se encuentra en Cabezuela, cuenta con parque infantil, chiringuito, aparcamientos y zona de arena con sombra.
Piscina Natural El Simón. Muy próxima a la anterior, esta piscina natural también dispone de amplia y adaptada piscina con espaciosa zona de césped, chiringuito, parque infantil y aparcamientos.
Piscina Natural de Valdastillas. Esta piscina natural dispone de zonas de césped y de arena, así como de merendero y pequeña zona de aparcamiento.
Piscina Natural Charco El Benidorm. Cerca de Casas del Castañar, una de las piscinas más míticas del Valle del jerte, y por ende del Norte de Extremadura, que cuenta con chiringuito, zona de césped, parque infantil y zona de aparcamientos.
Piscina Natural Puerto El Rabanillo. En Cabrero encontramos esta pequeña pero acogedora piscina con espaciosa y plana zona de césped y aparcamientos.
Piscina Natural Las Camellas. Cerca del Barrado, se trata de una de las piscinas naturales más silvestres, cuenta con merendero y es apta para mascotas.
Piscina Natural del Cristo. En paralelo a la Calle del Santísimo Cristo de Navaconcejo, se encuentra esta piscina cerca de zona de bares, aparcamientos, merendero y parque infantil.
Piscina Natural El Pilar. También en Navaconcejo, antes de salir del pueblo, esta piscina ofrece zona de aparcamientos, chiringuitos y posibilidad de realizar barbacoas.
Piscina Natural Los Pozos. Dos piscinas contiguas que se encuentran en un mágico rincón junto a El Torno. Se accede mediante escaleras.
Piscina Natural Los Pingueros. En Tornavacas, ofrece parque infantil, chiringuito y dos niveles de profundidad, siendo uno de ellos idóneo para los más pequeños.
Respecto a la gastronomía, además de las famosas cerezas, podemos destacar los fabulosos ibéricos; ensalada de invierno conformada por naranjas, aceitunas negras y aceite de oliva; truchas escabechadas procedentes de sus aguas; sopa de tomate con uvas; morcilla patatera; potaje de garbanzos con bacalao; buñuelos; tasajo de carne seca especialmente de cabra o la caldereta de cabra.
Y, para condimentar platos, puedes hacerlo incluyendo a nuestro ‘oro líquido’. Puedes obtener el AOVE Jacoliva en tiendas especializadas en productos típicos de la comarca o, como siempre, también tienes la opción de escoger tu favorito aquí.
Escrito por Javier Muñoz